sábado, 4 de agosto de 2012

Curiosity, a pocas horas de su gran cita

La misión espacial de la NASA, Mars Science Laboratory (MSL), rebautizada como Curiosity, está a pocas horas de llegar a su destino, el planeta Marte. Según lo previsto, en el momento de escribir esto, el rover tocará suelo marciano en menos de 35 horas (ver web de la misión), después de una espectacular maniobra de descenso:


El rover Curiosity es una continuación lógica de la saga de rovers que ya han visitado el planeta rojo (Sojourner, Spirit y Opportunity). Tiene una masa de 900 kg, será capaz de viajar a 90 m/h y salvar obstáculos de 65 cm de altura. A diferencia de sus predecesores, lleva una batería atómica, lo que le proporciona una mayor autonomía y potencia. El tiempo estimado de consecución de los objetivos científicos de la misión, es de un año marciano (2 años terrestres), pero si todo funciona correctamente, la misión se podría prolongar durante una década, ya que la duración prevista de la batería es de unos 14 años.


El objetivo principal de la misión es evaluar la habitabilidad pasada y presente de la región seleccionada para el aterrizaje. Entre todos los candidatos posibles para el descenso, se optó por el cráter Gale, ya que su historia geológica pasada, nos da la oportunidad de estudiar diferentes estratos de muy diversas épocas. Con un diámetro de 155 km y una profundidad de 5 km, el cráter tiene en su interior una montaña de sedimentos, en la base de la cuál aterrizará el Curioity, para poder estudiar los sedimentos de uno de los periódos más interesantes de la historia de Marte, donde la presión atmosférica y el clima permitían la presencia de agua líquida sobre la superficie, hielos y un ciclo hidrológico de manera estacional.





De entre los instrumentos científicos con los que cuenta el Curiosity, destacaremos:
MASTCAM: cámaras que obtendrán imágenes estereoscópicas en diferentes longitudes de onda, vídeo de alta definición y un zoom para objetos lejanos. Importante será el estudio en el infrarrojo del abanico aluvial de la zona de aterrizaje, porque hay indicios de que en el subsuelo hay agua helada.
Para detectarla ese hielo, cuenta con el DAN (Dynamic Albedo of Neutrons), fuente de neutrones para detectar agua por debajo de la superficie.
SAM (Simple Analisys of Mars), un espectrómetro capaz de detectar moléculas orgánicas en la atmósfera y en el suelo, aprovechando los cráteres de impacto más recientes, que han dejado al descubierto materiales que han estado protegidos de la acción de la radiación UV.
REMS (Rover Enviromental monitoring Station), una estación meteorológica de diseño y fabricación española, que monitorizará cada hora las condiciones ambientales.
APXS (espectrómetro de rayos X) y CheMin (Chemitry and Mineralogy) para estudiar los minerales en la superficie. Además de ellos, también cuenta con la MAHLI (Mars handlens Imager), una lupa de geólogo para el estudio detallado de muestras, incluso de noche, para lo que contará con leds de luz blanca y ultravioleta.
Para el estudio de los minerales en los lugares de difícil acceso, la Curiosity va equipada con la CHEMCAM (Chemistry Camera), un sistema de análisis espectral mediante láser, para analizar la composición de rocas a una distancia de hasta 7 metros.

Si todo sale según lo previsto, esta misión histórica marcará un antes y un después en el estudio de Marte.

Suerte, Curiosity.

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